martes, 25 de marzo de 2008

Adriana Ozores, la mirada que habla

Ha sido una de las mejores actrices de reparto de nuestro cine. En 1999 le llegó el primer reconocimiento con forma de premio, el Goya a la Mejor Actriz Secundaria por su trabajo en LA HORA DE LOS VALIENTES. Desde entonces, ha sido nominada en todas las ediciones de los Goya, pero ya como Mejor Actriz Protagonista. Los Goya, de momento, se le han escapado, pero a cambio se ha quedado con el Premio a la Mejor Actriz en la Seminci de Valladolid en 2002 por su trabajo en LA VIDA DE NADIE.
En lo que llevamos de año, ha estrenado dos películas (LA SUERTE DORMIDA y HÉCTOR) y se prepara para su siguiente rodaje, HEROÍNA, la historia de una madre combativa que se enfrentará a los narcotraficantes gallegos, a los que culpa de haber convertido a su hijo en un yonqui.

La sensación, al menos, la del espectador, es que Adriana Ozores vive uno de los mejores momentos de su carrera.

Es porque HÉCTOR (de Gracia Querejeta) ha retrasado mucho el estreno. La película la hicimos hace más de un año, lo que pasa es que se ha estrenado ahora. Pero sí, yo creo que es un momento muy bonito profesionalmente, pero también cuando estuve haciendo teatro estaba pasando un momento muy bonito, lo que pasa es que el teatro no tiene las campanillas que tiene el cine y la gente no se entera de que lo estás haciendo. Pero estaba representando lo más bonito, me ofrecieron lo más bonito que se puede hacer del teatro del Siglo de Oro, y bueno… eso durante 10 años. Así que por otro lado tengo la sensación de que no es exactamente el mejor momento, si no más bien que tengo mucha suerte en este trabajo.

Quizá porque ahora tú trabajo se conoce más, en parte gracias a MANOLITO GAFOTAS, la serie de televisión… Sí, pero no por hacer muchas series de televisión, estás en tu mejor momento, al menos no necesariamente. Es cierto que estás trabajando mucho, estás ganando dinero, pero no tiene porque ser tu mejor momento profesional. Lo que sí me parece un error por parte de la prensa, porque ya me lo han preguntado muchas veces, es considerar que popularidad es sinónimo de buen momento. Para mí no.

Adriana se ha especializado, mejor dicho, le han obligado a especializarse, en esposas abnegadas (EL ALQUIMISTA IMPACIENTE), luchadoras y buscadoras (HÉCTOR y HEROÍNA, su trabajo más reciente), engañadas (LA VIDA DE NADIE, EN LA CIUDAD SIN LÍMITES) y tradicionales (MANOLITO GAFOTAS, EL PALO)
Parece que te dan siempre los papeles de enérgica...
Bueno, por ejemplo en LA VIDA DE NADIE, el personaje no es así. Es todo lo contrario, es una mujer más bien débil. Si lo analizas verás que es una mujer que se deja arrastrar por un no querer ver. Es al contrario. Así como el personaje de HÉCTOR como el de Pilar, el que voy a interpretar ahora (HEROÍNA), son mujeres despiertas que se enfrentan a lo que tienen delante en la vida. Pero el personaje de LA VIDA DE NADIE no se enfrenta, se esconde, es distinto.

¿Crees que te eligen porque cuentas más cuando callas que cuando hablas? Eso me parece un piropo muy bonito. Ojalá, porque estaría muy bien. No sé, pero lo que yo creo es que, a veces uno lleva cosas dentro que a lo mejor expresa sin necesidad de palabras, y eso es algo muy bonito.

Después de protagonizar TURNO DE OFICIO, hace ya unos cuantos años, has vuelto a la televisión con MANOLITO GAFOTAS ¿Puede ser porque ya lo habías interpretado en cine? Sí, sí tiene que ver. Me quedé muy contenta con ese personaje. Es muy tierno, y además me habían ofrecido otras cosas de televisión y había dicho que no. Pero bueno… la verdad es que fue una oferta muy bonita. Me gustaba el personaje y me gustaron los guiones, así que dije que sí.

Antes decías que has tenido buenos momentos, como tu etapa en el teatro, o ahora en el cine. Pero no siempre ha sido así ¿Cómo has superado los malos momentos? No hay fórmulas. Una hace lo que puede. Porque siempre tenemos que estar ahí bregando con el miedo, ‘igual ya no me llaman más’,o ta,ta, y… bueno las profesiones liberales es lo que tienen, que la misma libertad que te da que sean liberales, te conduce a la desazón de no saber si vas a continuar, si te van a llamar. ¿Qué cómo se soluciona eso, cómo se alivia? Pues no lo sé. Supongo que en cada momento de una manera.

En tú caso, ¿te ayudan las respuestas de los personajes, aprendes de su lucha? Por supuesto, el personaje te ayuda. Te está enseñando. Absolutamente. Eso es así.

Cuenta el director de HEROÍNA, Gerardo Herrero, que ha tenido que convencerte para que aceptaras el papel. ¿Eso es porque no querías dejar la serie? De alguna manera sí. A mí me cuesta mucho. Hay actores que tienen capacidad para hacer muchas cosas a la vez. Yo no, yo reconozco que necesito mí tiempo de preparación, mi tiempo de descanso, mi ta, ta, ta,. En este caso estaba haciendo la serie (MANOLITO GAFOTAS) y sentía que eran demasiadas cosas para mí. Yo no tengo esa capacidad. Hay gente que sí, pero yo no.

Hay un grupo de directores y guionistas con los que sueles repetir: Gracia Querejeta, Miguel Albaladejo, Ángeles González Sinde…¿Te une un vínculo especial con ellos? Me une el vínculo de la profesión. Ahora con Gerardo, yo había trabajado con él como productor, pero no como director. Entonces el vínculo como productor no tiene nada que ver con el vínculo que se establece como director. Como director él es fuente de, de alguna manera, lo que nosotros tenemos que contar. De él tiene que partir, digamos, el proceso creativo porque él va a dirigir la película hacia lo que quiere contar, entonces el vínculo es mucho más fuerte. Pero en todo caso se van creando según se va trabajando.

A estas horas, Adriana estará ya rodando por tierras viguesas HEROÍNA, que, también con guión de Ángeles González Sinde, dirige Gerardo Herrero. Un proyecto que le llego al productor y director por culpa de una entrevista publicada en la prensa: la de Carmen, una mujer que durante los años de la reconversión naval tuvo la osadía de enfrentarse a los únicos que daban trabajo y dinero a las casas de los trabajadores: los narcotraficantes. Herrero le encargó el guión a González Sinde, quien tras varios viajes y reuniones con la auténtica Carmen dio forma a esta ficción. La propia Adriana Ozores, la elegida para interpretarla en la pantalla, puso también su granito de arena. Hubo muchas versiones del guión y al final todos decidimos que la vida personal de Carmen, de Pilar en la película, era tan o más importante que la otra, la social. Entre otras cosas porque servía para dar a conocer a fondo a un ser humano, un ser con muchas caras. Por eso es un gran personaje. Aún así, en la historia, una parte fundamental es el mundo de la droga y del narcotráfico. Es como un río que nos va influyendo, que está ahí, aunque solapado. Todo está interrelacionado, las relaciones entre las personas, las relaciones familiares, el entorno.

También viajaste a Vigo para hablar en persona con la auténtica protagonista de su vida y de su trabajo en la asociación que había creado, ÉRGUETE (traducido, levántate, yérguete). Conocí a la auténtica protagonista, Carmen. Fue maravilloso estar con ella, aunque sólo fueron 4 días.

¿Pesa más enfrentarse a un personaje real y auténtico que a uno inventado? No he pensado demasiado en tener a un personaje real, vivo y presente como modelo. Pero en todo caso, para mí ha sido ideal, aunque tampoco puedo hacer un calco de ella en la película. Pero creo que es una suerte tener delante de mí a esa persona, a Carmen. Para mí ha sido positivo que ella estuviese ahí.

Si tuvieses que elegir, en el futuro, ¿te ves más haciendo teatro, televisión, o cine? No me veo ni en uno ni en otro por exclusión. Me veo trabajando en lo que me vaya llegando. Eso sí, sopesando si me interesa o no me interesa. Ahora, por ejemplo, cuando estaba en el teatro, había gente que me decía ‘pero bueno, pero cómo no haces cine’, y yo digo, pero bueno espera un momento, si es que me están ofreciendo lo más bonito, ‘¿qué hago, digo que no?’, pues ahora me está pasando eso en el cine, y ‘¿qué hago, digo también que no? ¿me paro y me pongo a hacer otra cosa?’. ¿Por qué? Vamos a recibir con los brazos abiertos lo que la vida te va dando, ¿no?

Y así, como llego, con la misma calma, Adriana se pone la misma chaquetilla negra de piel brillante que había dejado en la silla, se levanta, se despide y se dirige a la salida del cine Princesa. Y con esa sonrisa leve, pero intensa y sincera, saluda a su amiga Ángeles González Sinde, y se van las dos juntas.

FILMOGRAFÍA SELECTA
Héctor (Gracia Querejeta, 2004)
La suerte dormida (Ángeles González Sinde, 2003)
El alquimista impaciente (Patricia Ferreira, 2002)
La vida de nadie (Eduard Cortés, 2002)
En la ciudad sin límites (Antonio Hernández, 2001)
El palo (Eva Lesmes, 2000)
Manolito Gafotas (Miguel Albaladejo, 1999)
Cuando vuelvas a mi lado (Gracias Querejeta, 1999)
Ataque verbal (Miguel Albaladejo, 1999)
La hora de los valientes (Antonio Mercero, 1998)
De qué se ríen las mujeres (Joaquín Oristrell, 1996)

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN nº 33, Junio 2004

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