viernes, 14 de marzo de 2008

DREW BARRYMORE, una niña rubia de 29 tacos

Hay actores que con el paso de los años, maduran: sus ojos pierden brillo, su mirada se vuelve huidiza y reflexionan cinco segundos antes de responder. Y, después, hay otros en los que perdura la ingenuidad, mantienen las mismas distancias y juegan a ser traviesos. Así, rizo más rizo menos, es Drew Barrymore, la niña que hace 22 años que nos asustó y nos hizo reir, al mismo tiempo, con un sonoro grito tras ver la cara del extraterrestre que su hermano escondía en el armario (E.T., 1982). Pero por su cara, parece que apenas han pasado unas semanas. Sí, es cierto que ahora es más alta, más esbelta, y desde luego más mujer, pero Drew no se ha quitado el traje de Tom Sawyer, ese niño de 13 años que dice llevar dentro y que le arrastra de cabeza al cine de acción.

Me gustan las mujeres, aunque a veces siento que llevo a un chico de 13 años dentro de mí. Lo que sí es cierto es que me gusta hacer películas de acción, con mujeres como protagonistas. Lo que no me gusta es, en ningún caso, esa actitud negativa hacia los hombres, en general. Pero hago películas de todo tipo. Nunca me han besado, es un buen ejemplo: es una historia en la que se le da poder al personaje para que se sienta bien con su propia identidad, con lo que la vida le ha dado, y es también la búsqueda del amor. Donnie Darko habla de un chico y su viaje, y en ella también hay un equilibrio entre la perspectiva femenina y la masculina. Pero lo que de verdad me gusta es darle la oportunidad a los personajes de tener lo que no han podido. Y por otro lado, me gustan los hombres y cuando hago una película también quiero que a ellos les guste mi trabajo.

Drew es un buen ejemplo de niña mimada, heredera de una rancia familia de actores (John Barrymore, su padre, Lionel Barrymore, su abuelo), que gracias a sus rizos nos sedujo junto a aquel alienígena tierno y cabezón (E.T.). Tal vez la cruz de la fama y un apellido asiduo a alcohólicos anónimos, la empujaron sin remedio hacia el lado salvaje, el de las drogas y el alcohol, a la corta edad de 9 años. Plenamente recuperada, nos deleitó en 1996 con el papel más breve de una estrella: los primeros ocho minutos de Scream, justo los que aguantó al teléfono, antes de que un psicópata disfrazado de fantasma le cortase el cuello, con el sádico beneplacito del director Wes Craven (y eso que le habían ofrecido ser la protagonista).
Pero aunque sus patadas sean de cinturón negro (Los Ángeles de Charlie, 1 y 2, Batman forever, Cuatro mujeres y un destino), donde mejor ha defendido sus encantos ha sido en las comedias románticas. Desde Los chicos a un lado, hasta esta memez llamada 50 primeras citas, pasando por El chico ideal, Nunca me han besado, Por siempre jamás, Los padrinos del novio o The wedding singer.

Creo que el amor y la risa son dos de las cosas más universales que más necesitamos. A mi megusta ver este tipo de películas, pero también me gustan los dramas, las películas de arte y ensayo, o historias más profundas. Me gusta la variedad y me gustan las comedias. Pero por encima de todo, creo que el amor y el humor son fundamentales en la vida, por eso me gustan las comedias románticas.

Por eso, y porque la vida ha sido injusta con Drew. Ella, que derrocha ingenuidad, sonrisas y miradas sinceras, se fue primero por el camino del alcohol y las drogas, para cruzarse después con el del amor no correspondido. Sus noviazgos han sido tan fulgurantes como su carrera. Hizo su primera película (Suddenly, love) a los 11 meses, su primer protagonista a los 4 años (Viaje alucinante al fondo de la mente), y a los 7 ya era famosa gracias a Spielberg. Se casó a los 19 con Jeremy Thomas, un matrimonio exprés de 5 semanas. A los 26 tropezó de nuevo, esta vez con el rey de la comedia escatológica, Tom Green: boda en marzo de 2001 y separación en diciembre de ese mismo año.
Aún así, Drew ha trabajado con algunos de los cómicos recientes más conocidos: Mike Myers (Wayne's world 2), Jim Carrey (Batman forever), Ben Stiller (Dúplex), Adam Sandler (El chico ideal y 50 primeras citas) y con su ex, Tom Green (Los Ángeles de Charlie).

Trabajar con ellos ha sido estupendo, lo mejor que me ha pasado. Trabajar con gente así es como... balsámico, es como una experiencia curativa. Porque cualquier persona que tenga ese don y la capacidad para hacer que el público se ría, me parece genial. Y estar dispuesto a compartirlo significa muchísimo, así que estoy encantada de trabajar con estas personas. Es más: yo lucho por trabajar con ellos, les llamó, les hago saber que tengo interés, que quiero tener papeles en sus películas. Así que si puedo, participó en cualquier proyecto que tengan, y si yo estoy en una producción en la que puede haber un papel para ellos no dudo en llamarles.

Tan precoz como en todas su facetas, la niña Drew (insistimos) empezó a beber a los 9 años, a fumar marihuna a los 10 y a esnifar cocaína y otras sustancias a los 12. Aprovechó su periodo de rehabilitación para escribir un libro, Little Girl Lost, una autobiografía con la que ajustaba cuentas al lado salvaje. Pero nada ha sido tan catártico para esta niña prodigio como trabajar, ganarse un buen dinero como estrella, para después invertirlo como productora. De momento no ha parado. Nunca me han besado, en 1999, fue la primera y 50 primeras citas es la octava que financia con su empresa, Flower Films.

He producido películas como Nunca me han besado, Donnie Darko, Los Ángeles de Charlie, Dúplex, creo que esta es mi octava película como productora, y es porque me encanta la experiencia, me gusta la implicación en el lado creativo. Es como proteger la película desde ese punto de vista, como cambiar de gorra, por así decirlo, ser empresaria y hacer que los que trabajan en la película tengan las mejores condiciones para que la película salga adelante.

Su primera experiencia con Adam Sandler, cómico con menos muecas que Carrey pero de idénticas cualidades dramáticas, fue en El chico ideal, hace siete años. Pero la química y el buen rollo entre ambos fue tan bueno, que los dos se han puesto de acuerdo para repartirse el pastel de la producción y llevarse los mejores papeles.

Hemos seguido manteniendo nuestra amistad, entre la última película y ésta. De hecho, nos habíamos encontrado alguna vez, incluso hemos viajado juntos. Los dos queríamos volver a encontrarnos en el rodaje de una película y pensamos que sería una idea fantástica rodar esta película porque a los dos nos encanta la comedia romántica. Los dos somos productores de la película y para mi trabajar con Adam es una gozada. Es muy meticuloso, le interesan todos los aspectos de la película, aunque pueda dar una imagen de una persona desenfadada. Es muy inteligente, tiene muy buen corazón. Por si eso no fuese bastante, ibamos a rodar la película en un paraiso: Hawai... (Mis respuestas son un poco largas, dice la traductora, mientras la actriz confirma en un tímido español, lo siento).

El español, dice, es una de sus asignaturas pendientes: No es muy bueno. Es la primera lengua que me gustaría aprender porque donde vivo casi todo el mundo habla español. He aprendido unas pocas palabras, y es algo que tengo pendiente, tengo que tomármelo en serio.

Drew visitó Madrid para vender, derrochando sonrisas, esta pretendida comedia romántica, que aquí, con ojos europeos, funciona más como romance que como comedia. Orgullosa de pertenecer al club Hollywodiense de las buenas causas (ha sido nombrada embajadora de la ONU), espera atenta su primera misión: Me gustaría que me encargaran alguna misión, una misión útil, para que pueda aportar mi pequeño grano para que el mundo sea mejor.

Ella no lo sabe, pero nuestro mundo ya es mejor desde que está aquí. Porque la niña traviesa y gritona, se ha quedado a vivir con la Drew treintañera. Y aunque ahora ya es una inteligente empresaria, sigue sonriendo con cara de pícara inocente y se despide de la prensa con su mejor arma, la buena educación:Muchas gracias, gracias por venir, y por estar esta mañana aquí, se lo agradezco de verdad.
Nosotros también. Hasta la próxima Drew.

DREW CONFIDENCIAL
Películas en cartelera
Confesiones de una mente peligrosa (2004)
50 primeras citas (2004)
Los Ángeles de Charlie 2 (2003)
Dúplex (2003)

Merece la pena verla en...
Donnie Darko (2001)
Los ángeles de Charlie (2000)
Nunca me han besado (1999)
Por siempre jamas (1998)
Todos dicen I Love You (1997)
Scream (1996)
Batman Forever (1995)
Amor loco (1995)
Sólo ellas... los chicos a un lado (1995)
El mundo de Wayne 2 (1993)
Poison Ivy (1992)
Guncrazy (1992)
Amores compartidos (1989)
E.T., el extraterrestre (1982)

Curiosidades
Nacida el 22 de febrero de 1975, en Culver City (California)
Nombre: Andrew Blythe Barrymore.
Es madrina de Frances, la hija de Courtney Love.
Primer marido, 5 semanas: Jeremy Thomas.
Segundo marido, 7 meses: Tom Green.
Ha posado desnuda para las revistas Interview y Playboy.
Primer trabajo: a las 11 meses en una Tv movie.
Primera adicción: el alcohol, a los 9 años.
Color de ojos: verde.
Color de pelo: de niña, rubio, ahora moreno
Marcas: 5 tatuajes.
Operaciones: reducción de pecho.
Temores reconocidos: Claustrofobia.
Alergias: picadura de abeja, café, perfume y ajo.
Costumbres: rizarse el pelo y metérselo en las orejas.
Comida: vegetariana.
Amigos: Courtney Love, Cameron Diaz y Adam Sandler.


Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN nº32, Mayo 2004

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