martes, 25 de marzo de 2008

Kill Bill vol. 2, Tarantino remata su mejor película

Quentin Tarantino, acompañado de David Carradine, nos visitó con la sana intención de promocionar doblemente su último trabajo, Kill Bill. Doble, porque acaba de editarse el DVD de Kill Bill Vol. 1, y porque el día 23 de julio llegó a las pantallas la esperadísima Kill Bill Vol. 2. En Europa, sobre todo en Francia y España, su cine tiene más seguidores que en Estados Unidos. Lo certifica su Palma de Oro en 1994 por Pulp Fiction en Cannes y también su elección como jurado en la reciente edición del Festival.

Con algunos kilos de más, que el director intentó encubrir con una gabardina negra, quiso convencernos de que realmente Kill Bill son dos y no una, tal y como parece, por argumento y guión. Su tesis, defendida también por Carradine, es que tanto a los productores como a él les apetecía mantener buena parte de lo rodado, y eso obligaba a distribuir una película de más de tres horas. Un pecado que los hermanos Weinstein (Miramax) no querían volver a cometer tras la fallida Gangs of New York de Scorsese. Sea como sea, lo cierto es que Kill Bill nos obliga a pasar por taquilla (dos veces) si queremos saber cómo La Novía remata su vengativo plan contra Bill.

“Siempre he querido hacer una película épica. La primera es más de acción. Es la presentación de una venganza de una mujer. No hay mucho más que decir porque lo que buscaba era el impacto de la acción. En Vol. 2, se resuelven las incógnitas y se contestan las preguntas. Pero lo cierto es que dentro de Kill Bill hay otras doce películas dentro de ella. Tomo cosas de programas de televisión, de otras películas, pero la gente, la mayoría no me conoce, así que no puede saber ni entender hasta que punto es personal Kill Bill. Pero sí sólo fuera un conglomerado de películas sin nada personal creo que mi cine no le interesaría a nadie”.

Si hay diferencias entre la primera y la segunda, es precisamente porque se ha dividido en dos una narración, con todo lo que ello supone. A saber: que la primera es un planteamiento con parte del nudo, y que Tarantino simplemente ha cortado y ha reservado la segunda parte del nudo y todo el desenlace para Vol. 2. Por tanto, sí es cierto que la primera es más sanguinaria (sólo en la parte de manga y la lucha con la banda de los 88 hay más sangre que en todo el cine de Peckinpah); que no vemos ni a Bill ni a su hermano Budd, y que en la segunda hay más diálogo y menos acción. Pero la esencia, es decir, las chicas, una sobre todo, son guerreras y muy femeninas, pero no rezuman sexualidad. “Me gustan las chicas guapas desnudas y otras perversiones, me gustan las películas en las que se enseña, pero esta no es una de ellas, si lo hubiera hecho sería otra película. No quería sexualizar a mis personajes femeninos, se trata de chicas guerreras y esto no era un caramelo para los chicos. No es una películas en la que las chicas son unas cositas frágiles y divertidas como LOS ANGELES DE CHARLIE. En mi película quería darles personalidad y poder a las mujeres...”

El origen del problema
El argumento de Kill Bill, nace de otra película. Si hacemos memoria, en Pulp Fiction, el personaje de Uma, le cuenta al de Travolta, Vincent, que ha trabajado en un piloto de una serie sobre un grupo de asesinas, las llamadas DIVAS, ... En Kill Bill vol.1, cuando la Novia ha matado ha Vernita Green, le dice a su hija de 3 años que si quiere vengarse la busque dentro de unos años y se enfrentará a ella. Bien, pues Quentin, está dispuesto a repetir la experiencia y convertir este argumento en una nueva película.
“No inmediatamente, pero sí dentro de 15 años, tengo la intención de hacer una película, una tercera parte, donde la niña, Niki la hija de Vernita Green, buscará a La Novia. Seguro que la hago. Una de las ventajas de no tener sólo actrices en mis películas sino de contar con grandes amigos, es que puedes hacer planes a largo plazo y, sí, creo que dentro de 13 años contaré con ella”.

Quienes siempre le han acusado de utilizar la violencia como recurso estético de forma indiscriminada, ven en Kill Bill lo peor de su cine. Sin embargo, esta vez, Tarantino tiene argumentos más que razonables para defender su estilo.
“Primero, sí, es una cuestión estética, segundo es la historia de una venganza en una película de kung-fú, y tercero es una película de samurais mezclada con un spaguetti-western. Y por si eso fuera poco el título de la película es Kill Bill, que significa Matar a Bill, ¿es que la etiqueta no lo dice bien claro?”.
Pero como de tonto no tiene un pelo, Quentin no niega tampoco lo evidente: “Es cierto que la violencia seduce, y es algo que hay que saber. Creo que es gráfica y fascinante y que cuando Edison inventó la cámara lo hizo para mostrar dos cosas tan fascinantes como besar y matar”.

Durante este año, Quentin, ha añadido a su cartera de oficios el de presidente del Jurado del Festival de Cannes. Un jurado con la valentía suficiente para premiar Farenheit 9/11 el último trabajo de Michael Moore, un director que cada día tiene más papeletas para el premio de enemigo público nº1 de Bush y familia.“Como presidente, pensé que era una de las mejores películas que había visto. Mis decisiones nunca tienen que ver con la política. De hecho creo que soy el director menos político de todos. Además nunca influye en mis decisiones que una película tenga un presupuesto bajo o alto. Simplemente creo que era una de las mejores que he visto”.

Quentin se despidió admitiendo que sufre con placer, preparando una edición especial de Kill Bill para el DVD, y que está deseando darle los primeros toque a su siguiente largo. “Estoy trabajando en un par de nuevos guiones, aunque no me he puesto a escribirlos. Pero sí tomo notas durante los viajes y cuando vuelva a casa me pondré a trabajar en ellos, sobre todo cuando me normalice un poco, porque durante los últimos tres años no se puede decir que haya tenido una vida muy normal. Espero empezar con la próxima película dentro de unos ocho meses”.

Kill Bill Vol. 2 se estrena el 23 de julio de 2004.
Kill Bill Vol. 1 estará en DVD a partir del 30 de junio de 2004.

Andrés Fierro Novo. Publicado en la revista EVASIÓN, nº 34, julio-agosto 2004

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